¡No te resistas! Antojos y antipatías en el embarazo
Durante el embarazo, es normal que las mujeres experimenten antojos y aversiones alimentarias. Los antojos pueden ser muy fuertes y difíciles de resistir, mientras que las aversiones pueden hacer que incluso los alimentos favoritos sean repugnantes. ¿Por qué ocurre esto? Las fluctuaciones hormonales y los cambios en las papilas gustativas son responsables de gran parte de estas sensaciones alimentarias. Pero, ¿cómo manejas estos antojos y aversiones? Aquí hay algunos consejos para sobrellevarlos.
Aprende a convivir con tus antojos y aversiones alimentarias
Primero que nada, es importante recordar que los antojos no siempre son malos y las aversiones no son necesariamente indicadores de algo malo. Trata de escuchar a tu cuerpo y no te sientas culpable si de repente tienes un antojo de algo poco saludable. Sin embargo, también debes intentar seguir una dieta equilibrada y nutricionalmente adecuada para ti y para tu bebé.
Otra opción es encontrar alternativas más saludables para tus antojos. Si tienes ganas de comer algo dulce, en lugar de un pastel procesado, opta por una fruta fresca. Si tienes un antojo salado, cambia las papas fritas por nueces o semillas. Y si tienes un antojo de algo cremoso, prueba con un yogur griego congelado en lugar de helado.
En cuanto a las aversiones alimentarias, no te preocupes si de repente no puedes soportar los alimentos que antes amabas. Trata de encontrar alternativas que no te hagan sentir mal. Y si un alimento en particular no te cae bien, no te fuerces a comerlo. Puedes hablar con tu médico o un nutricionista para asegurarte de que estás obteniendo los nutrientes que necesitas de otras fuentes.
Manejar los antojos y las aversiones alimentarias durante el embarazo puede ser un desafío, pero es importante recordar que es normal. Escucha a tu cuerpo, trata de encontrar alternativas más saludables y no te sientas culpable si de repente tienes un antojo de algo poco saludable. Y si tienes alguna duda, siempre es mejor hablar con tu médico o un nutricionista para asegurarte de que estás obteniendo los nutrientes adecuados para ti y tu bebé. ¡Que disfrutes de tu embarazo y tus antojos!